Por si el consenso de la crítica en cuanto al valor de esta película, así como la cantidad de premios acumulados no fuera suficiente aliciente, aquí van otros cuatro motivos por los cuales no debes perderte esta joya cinematográfica:
1 – No es como las demás
El hecho de que existe una película rodada con los mismos actores a lo largo de 12 años ya es llamativo de por sí, pero Boyhood es mucho más que eso, Linklate rompe con los
esquemas de la industria. Ya no solo en la elaboración del guión,
sino en la propia concepción del proyecto. Hace décadas asistimos a
la fabricación en serie de películas en las que la técnica
profesional impera sobre la creatividad y el intelecto. Hollywood
demostró su capacidad para producir estos films “como
churros”, con un esquema al que estamos acostumbrado que todas las
películas acaban por parecernos la misma. Algunas son en el
desierto, otras en la montaña, algunas con aliens, otras con robots;
pero los puntos de interés están siempre posicionados
estratégicamente en los mismos puntos, y los elementos de tensión
argumental responden siempre al mismo tipo de emociones. Boyhood
es en este sentido una obra novedosa y rompedora, responde a otro
tipo de sensibilidad, provoca otra suerte de reflexiones, aporta un
nuevo aire de experiencia.
El hecho de que Boyhood
se aparte de estos esquemas no
quiere decir que sea una obra de principiante ni mucho menos.
Linklate hace gala del conocimiento y dominio de la técnica
cinematográfica jugando con los esquemas previos del espectador.
Este conocimiento que tiene el espectador del lenguaje
cinematográfico lo usa también para obtener escenas de tensión o
sorpresa, engañándonos una y otra vez sobre los acontecimientos
para al final decirnos “no, este no es ese tipo de película”.
Esto demuestra plena consciencia de lo que en Boyhood estaba
realizando, y que no se trata meramente de una cuestión de talento.
2 – Todo el mundo cabe en Boyhood
¿Una película normal de
gente normal en la que pasan cosas normales? Pues sí, como suena. Es
cierto que al principio puede resultarnos algo insustancial,
acostumbrados como estamos a historias grandilocuentes y aventuras
exageradas. Sin embargo, y creo que en este aspecto juega un papel
crucial el hecho de haber contado con los mismos actores durante toda
la película; con el paso del tiempo vamos notando como estos
acontecimientos ya no nos parecen tan triviales. ¿Por qué? Porque
hemos creado un vínculo con los personajes. Al igual que se crea un
vínculo con la familia o los amigos, vemos crecer a unas personas,
las conocemos en su intimidad y vamos juzgándolas (para bien o para
mal) a lo largo de su diversas acciones. Este vínculo hace que
compartamos sus emociones y creemos unas expectativas. La curiosidad
juega un papel importante, constantemente te preguntas: “¿cómo se
resolverá esto?”. A veces nos puede parecer mal lo que hace un
personaje concreto, para luego estar al cien por cien a su favor en
otro asunto: Esto es la vida. Además la variedad de personajes
posibilita que cualquier persona pueda identificarse en la trama. En
relación madre-hijo algunos se verán reflejados en la madre y otros
en el hijo. La historia hará las delicias de todos, porque todo el mundo cabe en Boyhood.
3 – La vuelta al realismo
La
película puede ser considerada la versión actualizada de autores
clásicos del realismo como Eça de Queiroz o Balzac. La
mayoría de los personajes se sitúan en ese terreno intermedio de la
moralidad en el que sucede la vida real. Parafraseando a un rapero
español en una canción que aquí os dejo: “no hay malos muy malos ni buenos muy buenos, fuera de
los cuentos todo se vuelve mucho más complejo”. El guión juega al
despiste con los métodos tradicionales de presentarnos a los
personajes ya categorizados (prejuzgados, que se podría decir),
haciéndonos creer que seguirá los cánones para luego dejarnos solo
frente a las contradicciones y sin una opinión oficial a la que
agarrarnos.
Lo mismo sucede con la
amplia gama de temas tratados a lo largo de los 165 minutos de
película. En lo real y lo cotidiano cabe todo, y Linklate sabe hacer
valer este hecho para tratar una gran variedad de temas profundos o
importantes. Realismo significa plasmas y comunicar la concepción
que uno tiene del mundo. Eso significa no posicionarse, no opinar, no
exagerar, no tergiversar. Entonces, ¿para qué nos sirve? El punto
clave es la observación. La creación realista exige que su autor
sea un buen observador, de forma que pueda mostrar en su obra
aquellos detalles importantes, y Linklate lo es. Todos los temas
importantes de la vida aparecen en Boyhood:
las relaciones parteno-filiales, el desarrollo de los talentos y el
mundo laboral, los rencores, los perdones, las comprensiones, los
cambios de ideas, las relaciones sentimentales... Es la vida desde el
prisma del buen observador.
4 – La música no es un adorno
La música es
tratada como un apartado más de la vida, y no un catalizador divino
de los momentos emotivos que aparece sin más. El film
tiene el detalle de ligar los
acontecimientos musicales a la realidad, aunque no todos; haciendo
que escuchemos música de la radio, del reproductor, de actuaciones
en directo de los personajes... Esto nos permite además acceder al
gusto musical de ellos y conformar así su identidad personal.
Es especialmente importante en este sentido el padre, cuya profesión es la de músico. En diversas partes interpreta canciones. Mi favorita es una que cantan en grupo, una escena familiar sin ser excesivamente entrañable. Los chicos se siente incluso un poco abrumados o ridículos participando de estas “ñoñerías”, aunque se sabe que profundamente lo valoran. La letra habla sobre la imposibilidad de complacer todos los deseos que naturalmente brotan de la naturaleza humana, las contradicciones inherentes a todas las personalidades. Y lo importante es que trata este tema de forma lúdica y alegre, haciendo de este carga fastidiosa que todos portamos se aloje en la alegría de vivir (¿acaso hay otra opción?). Dejo aquí el link para acceder a la canción. Los subtítulos en portugués son pésimos, pero abajo tenéis la letra original en inglés. Hay otra escena en la que el padre regala a Mason (así se llama el chico) unos CD´s recopilatorios de los Beatles, y habla brevemente sobre cómo él entiende esta antología musical. Comenta uno por uno como cada uno de los Beatles llega y habla de una problemática concreta, para que al final llegue Ringo (Star) y diga algo así como: “Hey, ¿es que no podemos disfrutar de todo esto?”. De forma alegórica es el mismo mensaje que transmite la canción anterior si atendemos a su contenido (letra) y forma (tono alegre).
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